
Orgullo y tradición
La historia del caballo criollo colombiano se remonta al 16 de noviembre del 1946 día en el un grupo de criadores fundaron la primera asociación de criadores del país.
A lo largo y ancho del territorio colombiano participan al año aproximadamente más de 24.000 ejemplares en numerosas ferias, exposiciones y competencias. Con el pasar del tiempo, el caballo criollo colombiano ha adquirido posicionamiento internacional expandiendo la industria y la economía nacional.
Hoy en día el caballo criollo colombiano se encuentra en 12 países en todo el mundo, su fenotipo, belleza y hermosos andares trote y galope, la tocha y galope, la trocha pura y el paso fino colombiano son aclamados por diferentes culturas en distintos continentes.
¿Por qué practicar equitación criolla?
Con el pasar de los años se ha demostrado a través de a práctica esta disciplina trae consigo múltiples beneficios para sus jinetes tales como: la capacidad de tomar decisiones e ir en pro de los objetivos previamente establecidos, recuperar la confianza en sí mismo y su entorno en general, liberar emociones reprimidas y bloqueos psíquicos, restablecer el contacto con la tierra, el presente, el aquí y el ahora, el autoconocimiento, la autoaceptación y autoconfianza, la corrección de asimetrías corporales, la afinación del equilibrio horizontal, el mejoramiento de la coordinación psicomotríz, el desarrollo del sentido del espacio, el aumento de la atención y concentración mental, entre otros.
En este sentido la equitación criolla crece día a día, haciéndose cada vez más grande la familia de deportistas, criadores y fanáticos del caballo criollo que hoy en día representa a nivel nacional e internacional orgullo y tradición para muchos colombianos.